Pan de molde: más que la fecha de caducidad, el límite está en la aparición de moho.
Queso: se aplica lo mismo. Eso sí, el sabor y el olor se irá fortaleciendo, cosa que gusta a muchos amantes del queso.
Huevos: siempre y cuando tengan un aspecto, olor y color normal, pueden ser consumidos. Pero si el color de la yema comienza a ser verdoso, a la basura.
Leche: puede aguantar 10 días más pasada la fecha, obviamente, si no la hemos abierto.
Snacks: en el caso de los frutos secos y patatas fritas no hay riesgo para la salud, pero irán perdiendo calidad y empezarán a oler y saber a rancio.
Conservas: podemos consumirlas después de la fecha si están en las condiciones que indica el empaquetado, entre 2 y 5 años. Pero perderán parte de sus vitaminas y minerales.
Miel:Refrescos y bebidas alcohólicas: no pasa nada si los consumimos después de la fecha, pero el sabor, color y olor se puede alterar.
Condimentos: pasada la fecha, aún pueden servir entre 1 a 2 años más, pero perderán propiedades.
Pasta: lo mismo, pero hasta 2 años.
Legumbres: lo mismo.
Arroz: lo mismo, pero hasta 5 años.
La OCU añade a la lista los bollos y galletas, la mermelada y la mantequilla, los embutidos, las sopas y salsas de sobre y los envases de tomate frito.
Fuente: Gastronomia
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