Albóndigas en salsa de pimentón
Ingredientes 4 personas:
- 500 gramos de carne picada (mitad ternera, mitad magro de cerdo)
- 1 huevo.
- Dos cucharadas soperas de miga de pan.
- 3 cucharadas soperas de leche.
- Media cebolla (opcional).
- 3 dientes de ajo.
- Perejil picado.
- Aceite de oliva virgen.
- Sal.
- Un vaso de vino blanco.
- 100 mililitros de agua o caldo.
- 1 cucharadita de pimentón dulce.
- Harina.
- Hoja de laurel.
Elaboración
- Vamos a por la masa de las albóndigas caseras.... En un bol tendrás la carne picada. Bate un huevo y se lo añades. Súmale las migas de pan, las cucharadas de leche (tiene que darle cremosidad, no inundar la carne). Esparce el perejil picado. Puedes echarle también un ajo picado, aunque es opcional (otros lo hacen con cebolla). Adéntrate en el voluptuoso placer de amasar durante unos minutos la mezcla. Puedes añadirle harina si ves que la carne no ha obtenido la suficiente consistencia. Cuando veas que se pueden formar bolas, empieza...
- A crear planetas de sabor... Forma bolas con la masa, ni demasiado grandes ni pequeñas. Enharínalas hasta que queden compactas. Si quieres darles un toque puedes añadirles un trocito de queso curado o parmesano en su interior, asegurándote de que queden después bien cerradas
- Freír es vencer... Pon aceite en la sartén y pasa las albóndigas por ella una vez esté caliente. Ve retirándolas en función de que se doren. Guarda el aceite. Allí está el aroma de la carne.
- El secreto de la salsa de pimentón... Añade en ese aceite media cebolla picada muy finamente (opcional) y entre dos y tres dientes de ajo cortados en láminas. Deja que se frían a fuego suave, que no se quemen. Cuando empiecen a dorarse, echa la cucharadita de pimentón. Que se mezcle junto a las cebollas y ajo durante menos de un minuto (ojo, que tampoco se queme). El pimentón al gusto, pero que no acabe comiéndose el sabor de la carne. Debe quedar eso sí, una salsa marrón. Puedes incluir la harina que ha sobrado de la preparación de la masa para que espese la salsa. Súmale un vaso de vino blanco y el caldo de verduras o carne y una hoja laurel. Deja que se cueza durante unos minutos.
- Cuando la salsa empiece a coger consistencia, baja el fuego, que deje de hervir. Añade las albóndigas en la sartén con la salsa caliente. Déjalas allí entre cinco y diez minutos a fuego muy débil, hasta que terminen de hacerse. Si quieres que las albóndigas salgan jugosas es importante que la salsa no esté en ebullición, que se terminen de hacer a fuego muy bajo. Retíralas, y déjalas reposar (cuanto mayor el reposo mayor será su sabor).
- Freír es vencer... Pon aceite en la sartén y pasa las albóndigas por ella una vez esté caliente. Ve retirándolas en función de que se doren. Guarda el aceite. Allí está el aroma de la carne.
- El secreto de la salsa de pimentón... Añade en ese aceite media cebolla picada muy finamente (opcional) y entre dos y tres dientes de ajo cortados en láminas. Deja que se frían a fuego suave, que no se quemen. Cuando empiecen a dorarse, echa la cucharadita de pimentón. Que se mezcle junto a las cebollas y ajo durante menos de un minuto (ojo, que tampoco se queme). El pimentón al gusto, pero que no acabe comiéndose el sabor de la carne. Debe quedar eso sí, una salsa marrón. Puedes incluir la harina que ha sobrado de la preparación de la masa para que espese la salsa. Súmale un vaso de vino blanco y el caldo de verduras o carne y una hoja laurel. Deja que se cueza durante unos minutos.
- Cuando la salsa empiece a coger consistencia, baja el fuego, que deje de hervir. Añade las albóndigas en la sartén con la salsa caliente. Déjalas allí entre cinco y diez minutos a fuego muy débil, hasta que terminen de hacerse. Si quieres que las albóndigas salgan jugosas es importante que la salsa no esté en ebullición, que se terminen de hacer a fuego muy bajo. Retíralas, y déjalas reposar (cuanto mayor el reposo mayor será su sabor).
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