PASTELA MORUNA
INGREDIENTES (Para una pastela de 18 cm. de diámetro, para dos personas y nos sobra un poquito):
- Media pechuga de pollo
- 1 cebolla pequeña o mediana
- 2 dientes de ajo
- Ralladura de un limón
- Un puñado de pasas sultanas
- Un puñado de piñones
- Almendras laminadas
- 2 cuchararadas de Ras el Hanout (mezcla de especias morunas, es muy fácil de encontrar en grandes superficies)
- Medio vaso de vino dulce (yo le puse Moscatel)
- Aceite de oliva
- Sal
- Azúcar glass y canela molida para decorar
- 8 hojas de pasta filo
- Mantequilla para pegar la pasta filo
PREPARACIÓN:
Ponemos
la media pechuga de pollo en una olla con agua salada e hirviendo y
dejamos de 30 a 40 minutos, hasta que se cueza completamente. Entonces
sacamos y dejamos enfriar. Cuando esté fría desmenuzamos en trocitos
pequeños.
En
una sartén con aceite de oliva pondremos la cebolla y los ajos
picaditos hasta que se pochen, después añadimos el pollo picado, y
mareamos un poco. Entonces añadimos un puñado de pasas sultanas, un
puñado de piñones, un puñado de almendras laminadas y la ralladura de
limón. Mezclamos y añadimos las dos cucharadas de Ras el Hanout (podéis
poner la mitad si no os gusta muy picante). Añadimos el vino y dejamos
reducir.
Mientras,
preparamos un molde redondo desmontable (el mío era de 18 cm. de
diámetro). Ponemos papel de hornear en la base, pillándolo con el aro y
untamos los laterales con mantequilla. Doblamos una hoja de pasta filo y
la ponemos en la base dejando que sobresalga por la parte de arriba del
molde. Y así hasta poner cuatro hojas dobladas que cubran todo el fondo
y que sobresalgan por todo el molde, las vamos pegando entre ellas con
mantequilla derretida, aplicada con un pincel de cocina (no se si me
explico, pero dentro de estas hojas va el relleno, que luego taparemos
con más hojas y cerraremos con los extremos que nos hayan quedado).
Ponemos el relleno dentro y vamos cogiendo más hojas de pasta y
doblándolas, esta vez en cuatro para tapar el relleno. Después cerramos
con las hojas que sobresalen por los extremos, doblándolas por los
extremos, haciéndole una especie de filo para que quede más estético.
Pintamos la superficie con huevo batido y metemos en el horno
precalentado a 200º hasta que se nos dore, unos veinte minutos.
Sacamos, desmoldamos y espolvoreamos con azúcar glass y canela molida. La podemos tomar tanto caliente como fría.
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