Ingredientes para 4 personas
- 2 Kg Mejillones
- 6 Dientes de ajo
- Pimienta negra
- Laurel
- 1 Cebolla
- 1,5 dl Aceite de oliva virgen
- 3/4 dl Vinagre de vino blanco o sidra
- 2 cucharaditas Pimentón dulce o picante (Según gusto)
- Vino blanco
Preparación:
Limpiamos los mejillones quitándoles las barbas debajo del grifo, desechando los que estén rotos o los que al tocarlos con el cuchillo no se cierren.
En una cazuela, añadimos los mejillones con un poco de vino blanco o un poco de agua y tapamos la cazuela y dejamos al fuego hasta que se abran, enfriamos con agua debajo del grifo, los sacamos de las conchas y reservamos en el recipiente en el que los vayamos a conservar.
En un cazo ponemos aceite de oliva y añadimos los ajos fileteados, laurel, pimienta y la cebolla cortada en juliana y dejamos confitar a fuego bajo hasta que estén tiernos, una vez confitados apartamos el cazo del fuego y añadimos unas dos cucharaditas de pimentón dulce o picante o mezcla de los dos, según gustos, añadimos vinagre, le damos una vuelta, vertemos sobre los mejillones y lo cubrimos.
Cuando estén templados los podemos conservar en la nevera durante semanas.
Hay que dejarlos reposar mínimo 24h antes de comerlos para que cojan el aliño.
Limpiamos los mejillones quitándoles las barbas debajo del grifo, desechando los que estén rotos o los que al tocarlos con el cuchillo no se cierren.
En una cazuela, añadimos los mejillones con un poco de vino blanco o un poco de agua y tapamos la cazuela y dejamos al fuego hasta que se abran, enfriamos con agua debajo del grifo, los sacamos de las conchas y reservamos en el recipiente en el que los vayamos a conservar.
En un cazo ponemos aceite de oliva y añadimos los ajos fileteados, laurel, pimienta y la cebolla cortada en juliana y dejamos confitar a fuego bajo hasta que estén tiernos, una vez confitados apartamos el cazo del fuego y añadimos unas dos cucharaditas de pimentón dulce o picante o mezcla de los dos, según gustos, añadimos vinagre, le damos una vuelta, vertemos sobre los mejillones y lo cubrimos.
Cuando estén templados los podemos conservar en la nevera durante semanas.
Hay que dejarlos reposar mínimo 24h antes de comerlos para que cojan el aliño.
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