Comenzaremos limpiando y cortando en láminas los champiñones y la cebolla en trozos muy menudos. Reservamos. Ponemos una sartén al fuego y derretimos la mantequilla, agregamos la cebolla, cubrimos con una tapa y la cocinamos hasta que haya ablandado y esté transparente, removiendo de vez en cuando.
Cuando esté blanda subimos el fuego y echamos los champiñones, los cocinamos durante ocho minutos hasta que estén blandos y el líquido se haya evaporado. Añadimos el ajo picado, el tomillo, la nuez moscada y salteamos treinta segundos, vertiendo entonces el vino Marsala y el zumo de limón. Cocinar todo junto durante cinco minutos más. Reservar una o dos láminas de champiñones para la decoración final.
Pasar la preparación al vaso de una batidora y añadir el queso crema, batir hasta formar una pasta lisa y cremosa. Echar en un tarro hermético y alisar. Derretir la mantequilla y agregar por encima del paté, dejando una lámina de champiñón y unas ramitas de tomillo en forma de decoración. Cerrar herméticamente el tarro y enfriar en la nevera.
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